Es necesario actuar en materia alimentaria de forma urgente, los datos sanitarios de la Encuesta Nacional de Salud (ENSE 2011-1012 INE) son escalofriantes, solo el 20% de los niños y niñas españoles menores de 16 años toman verdura todos los días, y el 62 % toma fruta todos los días. Los conocimientos sobre alimentación saludable y equilibrada no son suficientes. Para conseguir un cambio en los comportamientos alimentarios, habrá que buscar una metodología activa con aprendizaje significativo, centrado en los factores que condicionas las preferencias o aversiones de los diferentes grupos de alimentos, fomentando desde la infancia los hábitos de vida saludables incluyendo el consumo de frutas y verduras como parte irrenunciable de nuestra cultura alimentaria. Para que la educación nutricional sea efectiva debe ser pertinente a nivel personal (teniendo en cuenta aspectos culturales, sociales, cognitivos, biológicos, psicológicos y factores de accesibilidad etc...), cercana...
Las evidencias disponibles hasta el momento indican que una intervención educativa de enfermería, a través del consejo dietético y la educación nutricional correspondiente, podrían mejorar e influir positivamente en la evolución del sobrepeso y obesidad entre los más jóvenes en el ámbito escolar.